Parece una planta, pero es un animal. Su aspecto ramificado le da un aire de árbol de las profundidades, como si de una planta submarina fosilizada se tratara. Nos referimos al coral negro, una especie en extinción que unos pocos artesanos trabajan en Cozumel, pequeña isla del Caribe mexicano.
Los artesanos de este lugar han decidido promocionar sus artículos certificándolos por medio de un holograma que indica la legalidad en la extracción y manipulación del conocido también como “oro negro”. Los vendedores de artesanías de coral negro de la Isla comentaron que trabajan aún con los únicos dos permisos que existen en el país para extraer el material del fondo marino, por lo que se garantizan las prácticas sustentables para que exista dicha materia prima para los próximos años.
Las obras de arte que salen de las manos de estos artesanos buscan ahora nuevos canales de comercialización. Apoyar estas iniciativas en donde el concepto sustentable es parte intrínseca del producto se debe convertir en parte de las necesidades de los compradores de artesanía.