Los desarrollos de marcas territoriales son de vital importancia para consolidar las estrategias turísticas de un territorio. La configuración del mensaje correcto es fundamental en el momento de tomar la decisión de viaje. Esta imagen de marca se puede considerar como un primer viaje simbólico, en donde se crean imaginarios individuales y colectivos. Al recrear el imaginario el turista crea experiencias que le hacen sentirse identificado con el territorio y al mismo tiempo le convierten en un promotor de lo vivido.
La marca territorial y las imágenes vinculadas, representa una estrategia de construcción de identidad regional, la consolidación de este mensaje puede permear a todos los productos o servicios desarrollados en el territorio más allá de la estrategia de turismo.
Por tanto la marca territorial representa un valor añadido que refiere a los valores de un territorio y su gente y que se constituye como un mensaje fundamental en el momento en que un turista se decide por un destino determinado.
El desarrollo de una marca territorial es el punto de partida de una campaña de comunicación informativa, promocional y emocional. Los procesos de comunicación se deben desarrollar en doble vía, una de cara a los habitantes del territorio a fin de apropiar elementos identitarios y crear elementos patrimoniales. El segundo proceso de comunicación debe realizarse de cara al exterior a fin de crear imaginarios en el potencial turista y/o visitante.
Para el desarrollo de estrategias de posicionamiento turístico se deberá responder de manera fundamental a los siguientes cuestionamientos:
¿Qué imagen de marca queremos transmitir?
¿Qué valores representan a nuestra comunidad?
¿Cómo queremos ser percibidos?
¿Cuáles son los atributos del territorio, tangibles e intangibles?
Algunos puntos esenciales a considerar en la construcción de una marca vinculada al territorio son:
Realizar investigación rigurosa: Definir un inventario turístico riguroso que debe incluir, los lugares destacados, así como eventos, fiestas y tradiciones de la región.
Construir plan turístico: Este plan debe definir objetivos generales, acciones concretas, estrategias de medición y seguimiento. Es importante además definir etapas de ejecución acorde con las capacidades de implementación y presupuestos.
Desarrollo de estudios cuantitativos y cualitativos: de cada fase del proyecto a fin de determinar con claridad las acciones a seguir, como se involucra la población local, los diferentes operadores turísticos. Estos estudios deberán incluir casos de estudio de éxito, tanto de la región como en de regiones con procesos turísticos asimilables por la región.
Desarrollo de estrategias de comunicación: Esta estrategia debe hacer énfasis en los aspectos emocionales de la marca territorial, debe realizarse en doble vía. Por un lado de forma interna con la comunidad, en donde la marca debe ser apropiada y al mismo tiempo se debe hacer partícipe a los diferentes grupos sociales con procesos de creación o co -creación de las estrategias turísticas del territorio. Por otro lado de forma externa para crear en el potencial turista o visitante deseo por el territorio, sus gentes y sus costumbre.
Creación de redes y sinergias: Definir un soporte institucional, gubernamental empresarial y/o comunitario que permita el desarrollo de las estrategias planteadas y que apoye el desarrollo de marca.